Con el verano vamos a llenar nuestra cámara de fotos de bonitos recuerdos. Os proponemos una divertida forma de hacerlos tangibles y usarlos de manera original como elemento decorativo.
Se nos ha ocurrido decorar la habitación de nuestra sobrina con fotos de un genial fin de semana que pasamos en la playa.
Mediante unos sencillos tips os vamos a proponer ideas para sacarle el máximo provecho a vuestras fotos.
Lo primero que hemos hecho ha sido una selección de fotos de nuestro viaje, buscando una misma temática para que quedase un conjunto armónico. Nuestra sobrina nos ha ayudado a elegir las más bonitas y a colocarlas en nuestro póster, el resultado nos ha encantado ¿Y a vosotros?.
Hacer un cojín personalizado es una manera muy divertida de llevar nuestros recuerdos al formato físico. Propusimos a nuestra sobrina que eligiera dos de sus dibujos favoritos, los escaneamos y los estampamos en los cojines. No sabéis la ilusión que le hizo ver sus dibujos en los cojines cuando llegaron a casa.
Fomentamos su creatividad dando valor a su trabajo. ¡Qué mejor que decorar la habitación con obras del propio artista!
Al igual que con el póster hicimos una selección entre todos de las mejores fotos y las imprimimos en formato cuadrado, para poder pegarlas a nuestro gusto por la habitación. Ella eligió ponerlas en el cabecero y nosotros creemos que fue una idea fantástica.
El resultado ha sido único y personal, pero sin duda lo mejor ha sido pasar tiempo juntos eligiendo y preparando todo esto. Hacer participes a los niños de la decoración es una actividad muy divertida y estimulante para ellos.
Aquí tenéis nuestros consejos, pero liberad vuestra imaginación e inventad vuestras propias creaciones, preguntadles a ellos, seguro que tienen mil ideas chulas. 😉
Imágenes y texto por @Nachouve
