Tipos de objetivos: ventajas de cada uno y cuándo utilizarlos.
Por Hofmann el 19 de febrero de 2015
Para muchos, esto de los tipos de objetivos fotográficos es un poco lioso. Más o menos sabemos manejarlos por intuición y nos suenan algunos términos como zoom, diafragma o gran angular, pero ¿no será mejor que nos aclaremos de una vez por todas? Y ya puestos, podríamos aprender a usarlos mejor y averiguar cuál es el objetivo ideal para cada tipo de fotografía, especialmente la que nos gusta a nosotros.
Primero hay que saber si nuestra cámara permite cambiar de objetivo o no. Los modelos de ópticas intercambiables son un poco más grandes y caros que los modelos de objetivo único, que suelen ser cámaras más compactas. Así pues, ya deberíamos tener claro que si compramos una compacta debemos poner más atención al objetivo ya que no lo podremos cambiar nunca, mientras que con una mirrorless y/o réflex, igual nos merece la pena invertir más en la cámara ya que podremos ir comprando objetivos compatibles en el futuro.
Pero antes de entrar en materia igual nos conviene refrescar algunos conceptos básicos de algunos elementos o funciones directamente relacionados con los objetivos fotográficos. Vamos allá.
La focal o distancia focal es un número que suele indicarse en milímetros (por ejemplo 50 mm). Antiguamente indicaba la distancia entre la última lente y el negativo, y en función de eso quedaba determinado el ángulo de cobertura. A mayor número, más acercamiento de los objetos y menor ángulo de cobertura.
El enfoque es el plano de máxima nitidez en una fotografía, aquel en el que queramos centrar el punto de atención. Se suele seleccionar usando un aro externo que permite ajustar el plano de enfoque a dicho punto. Puede ser manual o autofoco y puede incluir un interruptor para seleccionar entre estos dos tipos de enfoque.
Ajustes internos de una cámara
El diafragma, apertura o iris es un ajuste interno que abre más o menos la entrada de luz hacia el sensor. Sirve para dos cosas: por un lado permite obtener la exposición correcta combinándolo adecuadamente con la velocidad de captura y la sensibilidad ISO. Por otro lado sirve para ajustar la profundidad de campo de la foto, es decir las zonas desenfocadas por delante y por detrás del punto de enfoque.
La apertura máxima o luminosidad es el valor del diafragma más abierto capaz de ofrecer el objetivo, que curiosamente no es el valor más grande sino el número más pequeño de todos los valores del aro (por ejemplo f/2,8). Esto determina el bokeh, es decir la cantidad de desenfoque que se obtiene. A número más pequeño mayor será el desenfoque. Los objetivos más luminosos suelen ser además los que mejor calidad de imagen ofrecen en términos de nitidez o ausencia de distorsiones pero tienen la manía de ser también los más caros.
Las ópticas admiten una primera división sencilla en función de si pueden variar su distancia focal, separándose en tipos de objetivos fijos y objetivos zoom.
Los fijos son aquellos que solo tienen una focal, es decir muestran un ángulo de cobertura fijo. Ni se amplía ni se reduce. Normalmente son tipos de objetivos bastante compactos ya que no necesitan mover tanto las lentes internas. Suelen ser más luminosos y tienen un poquito más de calidad que sus equivalentes en zoom.
Objetivo Zoom
Los zoom son objetivos de focal variable, es decir, moviendo un aro o un botón puedes cambiar el ángulo de cobertura y el nivel de acercamiento. Son más versátiles e, incluso puedes tener un objetivo multipropósito que incluya un poco de angular, un normal y un tele moderado todo en el mismo cuerpo. La desventaja es que suelen ser algo más grandes y pesados y la luminosidad suele ser más baja, es decir peor, que la de los fijos.
La división más avanzada de los tipos de objetivos está relacionada con el ángulo de cobertura. El ojo humano tiene una visión similar a la que ofrece un 50mm equivalente. Los objetivos por debajo, como un 35 o un 28mm, muestran un área más grande a costa de reducir el tamaño de las cosas (además de distorsionar un poco su forma). Mientras tanto, los teleobjetivos, por ejemplo un 90 o un 200mm, acercan los objetos pero reducen el ángulo de visión (como si fuese un catalejo). Como veremos cada uno tienen sus ventajas, sus inconvenientes y su uso idóneo.
Tipos de objetivos y para qué sirven
Tipos de objetivos: gran angular
Los angulares, como su propio nombre indica, tienen un gran ángulo de cobertura lo cual es bueno para paisajes, viajes, fotos de grupo, acción, etc. Suelen tener la lente frontal algo más curvada que el resto y generan distorsiones geométricas que hacen que las rectas en los extremos parezcan algo curvadas. Existen angulares, gran angulares y súper angulares que pueden llegar a abarcar más de 150 grados de amplitud. Se utilizan principalmente para paisajes, grupos de gente, arquitectura de interiores o aquellas situaciones en las que sea importante captar los detalles del entorno. Pero ojo, no hagas retratos con ellos porque distorsionan bastante las facciones.
Tipos de objetivos: normal
Los normales son aquellos que ofrecen un ángulo y perspectiva similares a los que tiene la vista humana. Suelen ser los más compactos y luminosos. Son ideales para fotografía general y salvan cualquier situación con dignidad, pero su efecto no es tan espectacular como un angular o un tele.
Tipos de objetivos: teleobjetivo
Los teleobjetivos son aquellos que acercan los objetos lejanos haciendo que parezcan más cercanos. Reducen el ángulo de cobertura pero son ideales para deportes, naturaleza y animales, arquitectura de detalles e incluso retratos o moda. Existen teles moderados y súper teles que son esos grandes objetivos que se ven en los estadios y que son capaces de acercar muchísimo. Pero ojo, ten cuidado y úsalos siempre que puedas con una buena sujeción (trípode por ejemplo) para que su peso y la vibración no causen trepidación en la foto.
Tipos de objetivos: macro objetivos
Existe un cuarto tipo de ópticas que son los objetivos macro. Son sistemas diseñados especialmente para poder enfocar cosas pequeñas a muy corta distancia. Es decir, es como si fuesen una lupa que permite agrandar los objetos. Por ejemplo flores o insectos.
Así que según sea el tipo de fotografía que más te guste ya sabes qué objetivo te conviene más. Después, según el presupuesto podrás comprar uno mejor que otro. Nuestro consejo es que ahorres y tengas pocos pero buenos, mejor que muchos y mediocres que además pesan y ocupan mucho en la bolsa fotográfica.
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