¡Hey! ¿Te vas de viaje a Londres? ¡Que suerte tienes!
La que fue capital del mundo es una pasada, si es la primera vez que vas, tranquilidad porque no va a ser la última.
En cada una de las visitas que seguro vas a hacer, vas a ver, oler y oír cosas diferentes. Por lo tanto, tus álbumes no tendrán nada que ver unos con otros, y eso mola mucho.
De momento vamos con lo que tienes que hacer si es la primera vez. Aquella lista que viene dada por una fuerza superior y de la que tienes que ir tachando si quieres cumplir como persona de bien. Los must, vamos.
El símbolo británico por excelencia debe ser, si no la primera, de las primeras cosas a las que ponerle tick verde en la lista. Es muy fotografiable, pero si te alejas un pelín y captas también el parlamento, tendrás una de las fotos del año.
Un antiguo mercado lleno de color ya es para sacar la cámara por lo menos. Si ves todo el ambiente, las tiendas y sitios para comer de todo tipo y el buen rollo que se respira, te vas a quedar sin carrete.
Igual que Sol en Madrid, ahí queda todo el mundo. Ahora, cambiamos los artistas callejeros por luminosos y tienes la plaza más londinense del mundo con turistas, viandantes, los que trabajan por zona, taxis típicos y buses más típicos aún.
Bridget es uno de los personajes con más carisma de la cultura británica y la casa donde vivía aún tiene más. En el 8 de Bedale Street, al lado del London Bridge, tienes esta vivienda de película.
No es uno cualquiera, por el que cada día pasan miles de personas. No. Este es el paso de cebra que sale en la mítica portada del disco “Abbey Road” de los Beatles.
Si te levantas cada mañana con el twist and shout en la cabeza, tienes que ir.
Londres está llena de museos, pero el más grande que tiene es el de arte callejero, en el que Banksy hace lo que quiere. De hecho, en la calle Leake Street tiene una exposición de más de 300 metros que podrás disfrutar como merece porque se ha cortado al tráfico.
Vecina de Camdem Town, Amy ha sido una de las últimas voces que el Reino Unido regaló al mundo. Hace cuatro años murió y que menos que hacerle una estatua en su barrio. Cuando vayas ahí y vivas ese momento, le harás una en tu corazón.
Lo de Hyde Park es muy fuerte. La foto perfecta está ahí. Piérdete entre verdes praderas, árboles, lagos, ardillas y, de repente, encuéntrate una estatua de Peter Pan cerquita de la orilla del The Long Water.
Un barrio donde todo es fotografiable pero los más cinéfilos tendrán su presa clara: la librería de Notting Hill: en Portobello Road 142. Si ves zapatos dentro, no te asustes, es lo que es en realidad.
Dos castillos de princesas, príncipes, buenos y malos, en mitad de un puente levadizo que quita el hipo. No nos atrevemos a decir si mola más de noche o de día… Bueno, de noche, de noche.
Definitivamente, Londres es una de esas ciudades que se merece un Hofmann.
